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Entre
el 25 de febrero y el 15 de marzo de este año empiezan
a llegar al país 1'999.930 dosis de la vacuna contra
el virus pandémico A (H1N1), que se distribuirán
forma gratuita entre población de alto riesgo, como mujeres
embarazadas en segundo y tercer trimestre de gestación
(580.000 dosis), trabajadores de la salud (200.000 dosis), población
mayor de 6 meses a 49 años de alto riesgo (casi un millón),
y enfermos crónicos en tratamiento.
Cada dosis fue adquirida a US$7 dólares y demandarán
una inversión de $30.000 millones que asumirá
directamente el Ministerio de la Protección Social; las
vacunas se adquirieron a través del Fondo Rotatorio de
la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que adelantó
la negociación con los fabricantes, a petición
de los ministros de Salud de América Latina. La demora
en la llegada de las vacunas se debe en parte, a que los países
industrializados acapararon la producción; incluso, ante
la estabilización de la pandemia en los últimos
meses -al punto de parecerse a una influenza común-,
países de Europa que compraron grandes cantidades de
la vacuna, ahora revenden excedentes. |
OMS
alerta por mutación de A (H1N1)
Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la influenza pandémica A (H1N1) no sería
derrotada hasta 2011, por lo que los países deben prepararse
contra más brotes masivos y una posible mutación,
y aumentar la preparación contra un virus más
letal como la gripe aviar (H5N1). La influenza H1N1 se expandió
a más de 200 países, infectó a millones
de personas en el mundo y causó 12.000 muertes confirmadas
por laboratorio, aunque probablemente llevará 2 años
establecer la mortalidad real causada por el virus.
Países ricos y compañías farmacéuticas
donarán 190 millones de dosis de vacunas H1N1 para su
uso en unos 90 países en desarrollo; y el retiro de algunos
lotes de inmunizaciones pandémicas -por parte de AstraZeneca
y Sanofi-Aventis-, obedeció a que no eran tan potentes
como deberían, pero no implicaban riesgo. Sobre las críticas
a la gestión de OMS por el Consejo de Europa, la Organización
afirmó que su respuesta a la pandemia no fue perfecta,
pero que su deber era evitar miles de muertes; respecto de una
posible influencia de las farmacéuticas sobre la OMS,
anunció investigación para detectar conflictos
de intereses entre sus expertos y los productores de medicamentos.
Por último, señaló que aún se desconoce
el impacto real del H1N1. |
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