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La Facultad Nacional
de Salud Pública Héctor Abad Gómez de la
Universidad de Antioquia conmemora sus primeros 50 años
de historia honrando el esfuerzo de un equipo humano que ha
liderado la producción de conocimiento y la participación
en las discusiones sobre políticas de salud pública
en Colombia y América Latina. |
Inauguración del edificio
de la Facultad Nacional de Salud Pública, 1972. De
izq. A derecha: Luis Fernando Duque, rector de la U. de Antioquia;
José María Salazar, ministro de Salud; Diego
Calle Restrepo, gobernador de Antioquia; Ignacio Vélez
Escobar, ex rector.
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Aunque
el antecedente inmediato de su natalicio fue la creación
de la Escuela Nacional de Salud Pública como dependencia
del departamento de Medicina Preventiva, iniciativa conjunta
entre el Ministerio de Salud y la Universidad de Antioquia en
1963, el pensamiento salubrista nace con la creación
de la cátedra de Higiene en esta misma Facultad. Eminentes
representantes de la comunidad médico-científica
y formuladores de políticas públicas de aquel
entonces, |
como los profesores
Alfonso Castro, José María Duque y Leopoldo Hincapié
-discípulo éste último de Louis Pasteur-,
estuvieron al frente del bloque pionero.
La figura de Héctor Abad
A mediados de la década del 60 -siglo XX-, la
dirección del proyecto recaería sobre el médico,
ensayista y político Héctor Abad Gómez,
quien advertía desde su época acerca de las limitaciones
de la medicina en la atención de la enfermedad, al no
dar cuenta de las causas de las causas de las mismas,
y que estarían en las condiciones de vida de la población,
atravesadas por la desigualdad y la marginalidad social. |
En opinión
suya, una sociedad justa debería suministrar las mismas
condiciones de ambiente físico, cultural y social a todos
sus miembros o, de lo contrario, estaría creando desigualdades
artificiales que se traducen en limitantes del desarrollo integral
de los sujetos, incluido el acceso a la salud pública.
Su pensamiento lo convertía en un abanderado de las causas
sociales, visto con recelo por sectores opuestos al cambio.
La Facultad debe su nombre a otro episodio de la trágica
historia de la violencia en Colombia. La tarde del 25 de agosto
de 1987, Abad Gómez fue asesinado junto al médico
Leonardo Betancur en la sede de la Asociación de Institutores
de Antioquia -Adida-, mientras asistía al funeral del
líder del magisterio, Luis Felipe Vélez. Una escena
por entonces recurrente en el país, particularmente en
Medellín. En solo una jornada, fuerzas oscuras ligadas
al narcotráfico segaron la vida de tres defensores de
derechos humanos. |
Héctor Abad Gómez. |
El mismo día de los hechos, el Consejo Superior Universitario,
reunido en forma extraordinaria, dio a la Facultad el nombre
del salubrista al que se atribuye la implementación
del año rural obligatorio para médicos recién
graduados, así como las primeras campañas masivas
de vacunación contra la polio, en mensaje de que su
legado no quedaría en entredicho.
El ayer que deviene en
ahora
En sus primeros años, la Facultad fue el agente
consultor del hoy Ministerio de Salud y Protección
Social, aportando el componente académico, investigativo
y técnico de las políticas del sector. En la
actualidad, perdura entre ambos entes una estrecha colaboración
que se traduce en importantes logros como el acompañamiento
en la formulación del diagnóstico que condujo
al diseño del Plan Decenal de Salud Pública
2012-2021, una elaboración conjunta con otras universidades
que permitió obtener, a partir de estudios epidemiológicos
realizados a lo largo y ancho del país, el mejor diagnóstico
que se haya hecho sobre el estado de la salud de los colombianos.
De igual modo, la Facultad aporta a la discusión en
torno de las reformas del sector salud.
En la década del 70 y 80 -siglo XX-, el reconocimiento
de los programas ofrecidos por la unidad académica
se esparcía con auge por la región, trayendo
consigo una oleada de estudiantes, sobre todo en nivel de
maestría, que continuaban sus estudios en la Universidad
de Antioquia. Para aquel entonces eran pocas las escuelas
de salud pública en Latinoamérica; las principales
tenían sede en países como México, Brasil,
Chile. La Organización Panamericana de Salud (OPS)
otorgaba becas que contribuían al sostenimiento de
los estudiantes extranjeros en territorio nacional.
Lo anterior, aunado al apoyo económico de los países
beneficiarios de las ayudas de la OPS, se tradujo en un importante
ascenso en el número de pasantías realizadas
por estudiantes de Las Américas, especialmente del
Caribe, en la Facultad. Por esta vía se formó
en Medellín un importante número de becarios
que integrarían luego la inteligencia sobre salud pública
en sus países de origen, como Cuba y República
Dominicana.
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Entrega de la distinción Escudo
de Antioquia, Categoría Oro.
De izq. A derecha: María Patricia Arbeláez, decana
de la Facultad Nacional de Salud Pública; Alberto Uribe
Correa, rector de la Universidad de Antioquia; y Sergio Fajardo,
gobernador de Antioquia. |
Hoy por hoy, la Facultad Nacional
de Salud Pública Héctor Abad Gómez forma
personas íntegras en las diversas áreas del conocimiento,
articulando la docencia, la investigación y la extensión
a la búsqueda de las transformaciones sociales que dignifiquen
las vidas de los habitantes del país y la región.
Tres programas profesionales, 3 programas tecnológicos,
2 especializaciones, 4 maestrías y los doctorados en
Salud Pública y Epidemiología, hacen parte de
los programas acreditados por el Ministerio de Educación
que, desde la perspectiva de la prevención y la promoción
de la salud, ofrece la Facultad. |
Los
retos: rumbo al primer centenario
El pasado 17 de septiembre se conmemoraron los 50 años
de la Facultad Nacional de Salud Pública Héctor
Abad Gómez en un evento en el que le fue entregada a
la Institución la distinción Escudo de Antioquia,
Categoría Oro, en reconocimiento a los aportes hechos
a la salud de los colombianos desde la segunda mitad del siglo
XX.
En este acto, el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, expresó
la voluntad de su administración en recuperar la salud
pública como responsabilidad del Estado, a partir de
la promoción y la prevención, propósito
al que ha servido la Facultad. Y el viceministro de Salud Pública
y Prestación de Servicios, Fernando Ruiz, situó
como uno de los retos de la formación en salud, el aporte
a estrategias integrales para una sociedad en transición
económica, demográfica, epidemiológica
y nutricional, con situaciones paradójicas como haber
recibido el certificado de la Organización Mundial de
la Salud que ubica a Colombia como primer país en erradicar
la oncocercosis, segunda causa de ceguera en el mundo, al tiempo
que persisten los contagios de enfermedades transmisibles como
el dengue.
En términos nutricionales el reto consiste -según
el viceministro-, en atacar las tasas de desnutrición
que en algunos departamentos quintuplican el promedio del país.
Sobre el modelo nacional de salud, recalcó la necesidad
urgente de pasar de un sistema prestacional a uno donde la salud
pública sea el eje de las políticas públicas.
Son éstos los desafíos a los que se entrega hoy
la Facultad Nacional de Salud Pública en perspectiva
de los primeros cien años. Como bien lo explicó
la decana María Patricia Arbeláez, la búsqueda
de la verdad, así como la educación y la universidad
pública, no puede ser neutral ante los dilemas sociales;
debe servir a propósitos claramente definidos, tácita
o explícitamente, entrando con determinación al
terreno de la ética.
Precisamente, con el fin de discutir las implicaciones que tiene
para la salud pública asumir una perspectiva fundada
en la justicia social, los derechos humanos y la equidad en
salud, la Facultad realizará la octava versión
del Congreso Internacional de Salud Pública del 27 al
29 de este mes de noviembre en Medellín.
Es muy larga la lista de los personajes que han sido valiosos
a lo largo de estos 50 años de historia. La memoria,
presurosa, bien podría jugarnos una mala pasada al intentar
mencionar algunos de ellos, anticipando el olvido que seremos.
Este es solo un homenaje a quienes bajo el indiferente azul
del cielo, al que se refería Borges, no han dejado desfallecer
con sus meditaciones los anhelos de paz, justicia y libertad
que garantizan condiciones de salud pública equitativas
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Apuntes históricos
sobre la Facultad Nacional de Salud Pública
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1964:
Inicio de labores de la Escuela, en el Departamento de Medicina
Preventiva de la Facultad de Medicina, bajo acuerdos entre la
Universidad de Antioquia y el Ministerio de Salud, con Santiago
Rengifo al frente.
1965: Traslado de la Escuela al edificio del antiguo Instituto
San Carlos.
1966: La Escuela de Salud Pública pasa a ser dependencia
directa de la decanatura de la Facultad de Medicina.
1967: Inicio del programa de Nutrición y Dietética,
que inició labores en 1965 en el Instituto Politécnico
Colombiano. Creación del Servicio Seccional de Salud
de Antioquia.
1968: Asesorías a la Secretaría de Salud de Medellín,
al Plan de Salud de la Ciudad, al Ministerio de Salud y a otros
departamentos. Apoyos de la OPS-OMS.
1969: Elaboración del Plan Quinquenal de Desarrollo 1969-1973
por la oficina de Planeación y Desarrollo de la Escuela.
1970: Separación de la Facultad de Medicina. Conversión
en unidad académica con funciones de Facultad de la U.
de Antioquia, aunque conservara el nombre de Escuela.
1971: Se asume el nombre de Escuela Nacional de Salud Pública,
por solicitud del Ministerio de Salud.
1980: Finalmente se asume el nombre de Facultad Nacional de
Salud Pública.
1987: Asesinato de Héctor Abad Gómez. Adquisición
del nombre de Facultad Nacional de Salud Pública Héctor
Abad Gómez, por resolución 625 del Consejo Superior
de la Universidad de Antioquia. |
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